martes, 26 de enero de 2010

La florista


En la esquina de mi casa hay una florista. Su jardìn es variado y ocasional. Tambièn està la remozada Plaza Vicente Lòpez, rodeada por una muralla de rejas que permanece cerrada durante la noche y gran parte del dìa. En cambio la florerìa està abierta las veinticuatro horas.
Es gorda y alta.
-La cosa esta brava- me contesta ante mi pregunta por haberla visto en la madrugada , alerta como si presintiera algùn ataque.
Me cuenta que por las noches, los chicos bien, le rompen las flores.
-Se drogan y son capaces de cualquier cosa.
Asì se pasa la noches en vigilia. Me temo que un dìa de estos, por la madrugada, algun pendejo termine con los huesos rotos.

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