domingo, 28 de noviembre de 2010

escribe

escribe
no dejes
que los sueños
se ocupen de todo
escribe
no importa
la belleza
sólo la palabra
viva
escribe
mientras
en las favelas
alguien
mate
aniquile
y crea
escribe
qué importa
que nadie
lea

entre paredes

entre estas paredes
hay algunos libros
poemas cuentos
cuadros de mi padre
balcones y cortinas
hay rumor de viento
en este piso trece
y estoy yo
recordando
entre estas paredes
mientras tú
hermano
recorres la ciudad
golpeando puertas
y está la lluvia
y la soledad
y no hay reparo
para un poeta
que no puede
olvidar
lo que ha sido
entre paredes
sueño
entre paredes
como un muerto

dime dylan

dylan thomas
me dice
dime
dime que en el mar
no hay jardines
que la nieve
se esconde
entre las nubes
que un niño
acontece
y camina
entre las mesas
ofreciendo
el ombligo
que unos hermanos
aman la misma mujer
y que se arrebatan
el pan con manteca
dylan thomas
dime
dime amor
bajo del puente
entre la niebla
y mi corazón
ausente

domingos por la noche

Los domingos
por la noche
tienen en sus espaldas
la semana
los goles
el renovado fulgor
un otro día
hay un rumor
a parrilladas
a paseos infructuosos
pedaleo globos fugitivos
hay como una esperanza
de último
un olvido
el perdón de la semana
los domingos por la noche
son tan identificables
como el sueño repetido
hoy es de noche
y el domingo
se extiende
como la víspera
de lo impensado
es posible
que mañana
no sea lunes
después de este largo
día

miércoles, 24 de noviembre de 2010

seguro

-uno no sabe - dijo la mujer y bajó la mirada.
En la pausa , se podía oír el suspiro del aire acondicionado. Habíamos estado hablando sobre un seguro de vida y ahora estaba, por fin, callada.
-la vida- dije- cuanto vale?
-todo tiene un precio- Aún era hermosa. Allí sentada me miró de frente.
-Si me muero.
-Usted lo paga, lo importante que tenga buena salud.
-Entonces no me muero- sonreí.
Me acordé de Minguito. "Sheguro, mientra pagá no te morí".
-No tiene precio- dijo- si usted supiera cuando lo haría ya mismo.
-morir?
-Nó, hombre, comprar. Ya me pasó con un señor que compró.
-Se murió.
-Nó, estuvo a punto. Un accidente y se salvó de milagro. Eso fué hace tres años cada aniversario me manda un regalo. Tengo suerte, nó como una colega.
Miré el reloj sobre el escritorio, habían pasado cuarenta minutos. Recordé que me dijo que necesitaba cuarenta y cinco minutos cuando arreglamos la entrevista.
A las once en punto se presentó en mi escritorio. Tenía un traje beige y no pude dejar de mirar sus piernas. El aire de la oficina se llenaba de una sensación extraña. Desconocí mi voz perturbada.
-No se ponga nervioso, hombre- dijo- siempre pasa- uno se sensibiliza.
No entendí. hasta que empezó a hablar sobre la muerte y la posibilidad de contratar un seguro de vida y me miraba a los ojos como una serpiente.

Ahora me contaba de que su colega no tenía suerte. Que casi todos los hombres que le habían comprado estaban muertos.
-Ella también recibe regalos. Viudas agradecidas desde Cancún o París- sonrió- usted tiene suerte.
-Bueno me covenció- le dije.
Me extendió sonriendo el formulario.
-Firme.
Luego se levantó y caminamos hacia la puerta.
-Ha sido un gusto señor Dávalos. Espero que me llame.....
-Yo tambien- dije

trama

mientras andas
la araña teje
su laberinto
la trama
es una nube
que se ha olvidado
el viento

viernes, 19 de noviembre de 2010

perdemos la memoria

incertudumbre
es de día
con este sol inevitable
y el impulso
de saltar
hacia la calle
incertidumbre
mano fría
sobre la espalda
de las horas
a veces callas
y de a ratos
perdemos
la memoria

camino sin regreso

esquinas
cual la primera?
un almacén?
el abandono
un quiosco?
eras tan niño
que unos ojos
vigilaban la duda
de tus pasos
un zaguán
el escalón
descendente
la calle
que era un río
por la que pasaba
un coche
lentamente
la esquina
estaba lejos
encuentro ocioso
primer peldaño
en búsqueda
de lo ignoto
esquina
encrucijada
camino
sin regreso

sábado, 13 de noviembre de 2010

hasta el jueves que viene

-Pobre Carlitos!!!- exclama Jorge-tuvo mala suerte!!!
Estamos en el fairway del hoyo once de Ranelagh. A mis pies la pelota bien asentada espera volar hacia el plano inclinado que es el green. Tomo el hierro siete, un buen impacto y seguro que la dejo cerca de la bandera.
-Pará- me dice- que es toda una historia.
Jorge es mi compañero de los jueves. Nos encontramos a primera hora y a las ocho y media de la mañana salimos a caminar, como dice, y jugar dieciocho hoyos, con resultado incierto. La charla es una de las más feroces enemigas del juego para un tipo con dieciseis de hándicap como yo. Un tipo que se roba unas horas de trabajo para entregarse a su vicio, como dice mi mujer.
Le hago un gesto y busco concentrarme en un buen golpe.
Hago un swing de práctica mientras me arrepiento de haberle preguntado por Carlitos, un socio que se suicidó hace unos años y que salió en la tele con el titulado de Crónica TV EMPRESARIO SE PEGA UN TIRO. Cierro la mente, o al menos eso creo, tratando de no pensar en nada y ahora pienso que necesito ese par para seguir con vida, me quedan seis golpes y ocho hoyos por jugar.
Allí vá la pelota muy a la derecha lejos del green, golpe errado.
-Que lástima!!!- dice jorge y golpea la suya a la vez que volando se asienta en el green.
Un golpe más, pienso mientras camino hacia mi pelota, ignorando la belleza del campo con sus robles añejos y su pasto verde y prolijamente cortado.
-Buen tiro!!!- Grita desde el green y allí está la bochita a un metro de la bandera.
Mientras camino solo pienso en que se calle y en silencio marco el sitio donde quedó la pelota.
-Bien Ramiro como te iba contando fué una tragedia, no sabés....entró.
-Buen par
-Gracias, fué difícil
-No me pareció, puedo jugar?- Analizo mi putter, cae un poquito hacia la derecha. Jorge tiene el mástil de la bandera en su mano. Setenta años. Se le notan sólo cuando camina después de un mal golpe. Médico pediatra , jubilado, gran cocinero y amante, según él aunque yo le creo. Pienso de nuevo en la necesidad de que la pelota entre para seguir en juego y en Carlitos un tipo agradable que se pegó un tiro. Los golfistas somos superticiosos y antes de golpear una pelota, hipersensibles.
-Qué lástima, fallaste...cinco? como te contaba....
Caminamos hacia la salida del doce. Estoy caliente y sin culpa y me da bronca que me importe más mi error que lo que le pasó a Carlitos, el pobre Carlitos y Jorge con su relato.
-Pegás primero vos, ganaste el hoyo...
Y allí está con ese swing cortito y esa manera de mover las caderas antes de darle fuerte a esa pelotita que se pierde de vista.
- A mi edad!!!!
Siempre dice lo mismo y pienso en eso y por un rato me olvido de la historia, la inevitable historia de Carlitos y me concentro en este golpe salvador, casi perfecto....
Caminamos, trato de cambiar de tema, hablamos del colesterol y de mis triglicéridos pero él con su astucia de vasco" mucha nariz poco culo vasco seguro" otro de sus dichos, vuelve.
- Era un hombre feliz, sí,sufrió la pérdida de su mujer, un cáncer. Sí, pero allí no queda la cosa- me dice. No es como vos crees...
Entonces Jorge irrefrenable. me cuenta.
"Lo cierto es que después de enviudar, se puso de novio con una pendeja que era un minón" caminamos cada uno hacia su pelota, pega él, después yo y mi pelota se vá al agua, ya no importa tanto como lo que le pasó a Carlitos contado por Jorge con su voz suave casi murmurante. " Divina, una azafata, varias veces la trajo al club, se nos caía la baba. Vos dirás que era suficiente y nó, era una atorranta"
Los últimos hoyos son absolutamente secundarios, un marco para la historia de Jorge.
"El se enteró y la dejó. Nó, no estaba triste, había amado a su mujer pero aquí biene la otra parte: resulta que la mina. Mercedes, creo que se llamaba, lo citó a la casa en un intento por reconquistarlo. Fué a la peluquería, se hizo las manos y lo esperó una tarde. Cuando llegó, le dijo que no podía vivir sin él, que si la dejaba, se quitaría la vida, Carlitos dió la media vuelta para irse y la mina así como estaba, se sacó los zapatos y se tiró por la ventana de un séptimo piso". " Por suerte estaba la mucama que pudo atestiguar".
Ahora le pido que se calle por un momento, pero Jorge sigue;" después salió con una mina que había estado casada con un socio de Macri, te imaginás, se gastó una fortuna, salía en la revista Caras, en fin, se endeudó hasta quebrar. Entonces, al fin una tarde bajó a la cochera y se pegó un tiro en la boca y listo".
- No tenés tanto colesterol- me dice y nos despedimos hasta el jueves que viene

martes, 9 de noviembre de 2010

Azucar

Fué breve, una décima de segundo, bajo la nariz, un pequeño error y el corte, el filo sobre mi piel, la sangre manando. Un manantial rojo, incesante, goteando sobre el lavatorio.
Pensé en un pasaje del Lobo Estepario interpretado por mi padre. "Es cierto que los hombres nos identificamos con los animales".
El viejo frente a la luna del espejo, con la cara llena de espuma y en su mano temblorosa la gillette, bajando suavemente.
" Con esta navaja podría cortarme el cuello y morir, le dice el lobo estepario. Yo también, uno decide y a veces no quiere seguir, Churchil".
Era una mañana en aquella época en blanco y negro. Los setenta y pico. Extrañábamos, sin decirnoslo demasiadas veces a Baltasar, mi hermano, su hijo. Un espacio sin llenar. Algo vacío después de su muerte. Las cosas habían perdido con su ausencia una parte de su propiedad su significado, esencia y pureza.
"Sabés? yo soy igual al lobo o a un león decís vos, hijo mío". El viejo se ponía sensible después de una noche larga frente a la tela en blanco, bebiendo vino con la mirada perdida.

Ahora busco parar la hemorragia, el silencioso fluir de mi sangre, si me dejara mi boca sería como la de un vampiro, me miro los ojos verderojizos en el espejo. Hay algo en mi rostro, una remembranza de ese hombre que se miraba con su barba blanca de espuma y buscaba un recuerdo, una imágen.
-Ponete azúcar-me dice mi mujer desde el cuarto.
Voy hacia la cocina cubriendo la herida con papel higiénico. Azúcar para cortar la hemorragia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Fuera de juego


El hombre
està sentado
con todas
sus pertenencias
en un escalòn
sobre la calle Brandsen
bajo la lluvia
y es hoy un invierno
entre primaveras
y es una tarde
como cualquiera
mate y torta frita
y suena un tango
y algunos ponen
los dedos en vè
y discuten
sobre la validez
de un gol
ayer que era verano
estacionado entre
primaveras
pero nada le sirve
al hombre
sentado bajo la lluvia
en Barracas cerca
del fuego
lejos de su casa
fugado del Borda
que llora como un niño
perdido para siempre

viernes, 5 de noviembre de 2010

Dios Resucitado

desayuno
café con leche
la voz
de la ciudad
crece
es un día
como todos
repetido
multiplicado

un poema
salva
llena
al leerlo
el aire
sube
más allá
de los cables
un hombre
asciende
y en el piso
trece
recita
entre las
plantas
su rezo
es infinita
esta riqueza
abandonada
es Bayley
Dios resucitado

miércoles, 3 de noviembre de 2010

vanidad

què dejas?
un murmullo
el vapor
sobre el espejo
tus zapatos
que queda?
un poquito
de vos
tus huellas
luego què?
olvido
nada
es asì
a pesar
de las pancartas
y la vanidad
de tus palabras