viernes, 28 de enero de 2011

La Mujer del Baño Público

Este chico tan obsesionado por la mujer que se lleva su foto a escala uno a uno y la arroja a la pileta. Esa mujer tan bella que se burla de todos porque es tan linda con sus botas blancas y su pelo rojo. Este chico que come hamburguesas esperando la salida de la mujer pelirroja para rogarle algo que desconoce, amor o simplemente un roce de su boca. Entonces el chico la sigue por la ciudad en medio de la noche y la captura en el subterráneo y la chica se enoja y lo insulta entre los pasajeros.
Luego los dos irán a la pileta vacía a tratar de recuperar un anillo diamante perdido en la nieve, y el chico al final logrará desnudarse con ella y amarla.
Y la película terminará con la chica muerta y el abrazándola en el agua de la pileta que de a poco los cubre de rojo. Y el chico jamás podrá encontrar la repuesta a su pregunta y así....

todo recomienza

Hay víspera de ausencia
entonces fingimos indiferencia
acomodamos las cosas
regamos los malvones
que parezca un día cualquiera
esos que prontamente se olvidan
pero hay algo que flota
como un aliento invisible
si fueramos perros
se nos caería la cola
si fuéramos más sinceros
te diría adiós
y al cerrarse la puerta
miraría las cosas
para que coincidan
cada una en su lugar
antes de seguir
porque todo recomienza

martes, 25 de enero de 2011

Una bolsa de plástico

Qué raro
andar así
sin oler
tus esquinas
que raro
esto de estar
encerrado
en una bolsa
de plástico

Dedicatoria

Ya no hay toque
ni beso
ahora está la tv
te regalo
una flor de plástico
para que la riegues
en tus noches de insomnio
ya no hay toque
todo huele
a lejos
solo palabras torpes
e improvisadas

Libros

Ahí están mis libros
dispersos
olvidados
en alguna página
están las huellas
mis pies
son mis manos
mis ojos
han recogido
cada frase
acaso
ellos recuerden
por su cuenta
y se encarguen
de mis sueños
Qué afán
persigo
en retenerlos?
Tal vez
entre todos
encierran mi
secreto
Libros
esperando
como
presos
en silencio
barcos
que navegan
en el tiempo

Xero de López

Qué lugar la pizzería el Cuartito de Talcahuano entre Charcas y Paraguay!!!. Hay cola todas las noches y eso que son dos salones enormes. Entonces uno se para detrás de un grupo de turistas y espera ansioso, que una mesa se libere de una familia de gitanos o una pareja de pitucos. Ella con cara de asco mientras él disfruta como un chico de la concesión que ha de costarle un anillo de diamantes y no importa, no hay como una de jamón y morrones, no lo vale la rubia y estoy de acuerdo.
Caminamos hacia la primer mesa gracias a Sergio, nuestro mozo preferido. Santiagueño y feliz poseedor de una pareja de rootwailer a la que ama un poco más que a sus clientes y nos invita a sentarnos, junto a la caja. Saludamos al dueño que se llama Miguel que besa a mi mujer y a mi hermana y me dá la mano con simpatía.
Ya sentados y cómodos le pedimos a Sergio una grande napolitana y una botella de vino tinto.
-Xero?
-Dale, con hielo y soda- le contesto
Mi hermana se sorprende y le comento que el vino, según dicen, hay que tomarlo con dieciocho grados.
Ahora estamos callados observando las fotos que cuelgan por el enorme salón. Sandro, Erico,Amadeo,Bonavena, tapas del Gráfico.
-Aquel es el rey?
-Me parece que sí, Juan Carlos de joven.
El ruido de la gente es permanente, el entrar y salir. Los gordos enormes que devoran una chorreante de muzzarella en el mostrador, un niño que corre entre las mesas. Sergio que pasa con dos bandejas, una de queso y cebolla y otra con cuatro balones y esquiva a un enano que viene del baño. Una señora es trasladada en una silla de ruedas hacia una mesa de un rincón. El Cuartito en su esplendor con su olor a cebollas y su lluvia de orégano. Más allá, el horno recibe en la boca la masa con el queso y la devuelve hecha manjares que los mozos han de distribuir infinitamente entre los hambrientos e impacientes comensales.
-Cortázar habrá venido aquí?
-Por qué no.
-Y Maradona. aquí no se aceptan amargos, aquí al menos hay que reconocer a la mayoría de los personajes que cuelgan en las paredes y allí no hay amargos- me escucho decir.
Aparece Sergio y nos sirve amablemente el vino y esa napolitana que se deshace en la boca.
-Perfecto!!!- una excelente elección- nos dice Miguel, que se ha acercado a nuestra mesa- Napolitana con Xero de López.
-Lo bueno que tiene el Xero, le digo, es que vale cero y es riquísimo le digo yo.
-Perfecto!!!- me dice y pone los pulgares hacia arriba.
-Xero- repite mientras se aleja.
Ahora nos concentramos en la pizza y el vino que desaparece en un rato.
En todas la pizzerías, las mejores como El Cuartito, Las Cuartetas o Guerrin, hay ruido. Alegría incomparable, poco lugar para el llanto o la amargura. Son rituales la bulla y los festejos.
Le pido la cuenta a Sergio,
-Está paga.
Habitualmente Sergio anota en un papelito lo que le debemos, en negro, digamos.
-Cómo
-Miguel, el dueño los invita.
-Xero, nos dice.
Cosas del cuartito, antes de salir una familia se ubica en nuestros lugares.
Antes de salir, veo una foto de Monzón, tapa del Gráfico.

lunes, 17 de enero de 2011

Antes de empezar la frase

Por un momento
dejé de leer
de mirar por la ventana
de recordar a mi madre
de andar por la casa
pensé en escribir
un cuento
algo que me calme
y que sirva
para olvidarme
por un momento
dejé de ser yo
para ser un fragmento
una nube
un remolino de sueños
fué un momento agradable
de ausencia
antes de empezar
la frase

lunes, 10 de enero de 2011

Confesión

Queda poco tiempo. Son más de las doce y mañana antes del alba vendrán. Abrirán la pesada puerta luego de asomar el rostro por la pequeña reja y tomar todos los recaudos para que no me escape. Ratas!!! y pensar que hace menos de un año se cuadraban a mi paso, temerosos de alguna observación mía. Alguien, acaso el teniente Hinostroza habrá mencionado sobre mi severidad o mi experiencia en influir sobre las personas. Mentiras!!!, era la orden del General San Martín, clara, ineludible. Hipnosis?, puede ser, sí. Nadie podía dudar de su palabra, si yo lo escuchaba toser por las noches en la vigilia de Chacabuco y me preguntaba si se trataba de aquel guerrero que nos contuvo después de Cancha Rayada, al que le untaban el pecho para que dejara de sufrir sus espasmos, luego de la travesía por los Andes.
-Coronel-me dijo
-Como hombre de confianza y experiencia, cuento con usted....
Era de pocas palabras, tan simple, compartía conmigo el tono hispánico y el respeto por el buen vino. El general.
Yo sabía que Bolívar era un mulato traidor y se lo dije.
-Ud Dávalos es un cortesano. La gente cambia, Bolívar no es diferente a nosotros, compartimos un sueño....
Después ocurrieron tantas cosas, Maipú, la declaración de la independencia, mis funciones. La Santa Lima liberada. Castelli y su loca idea de la revolución y la reforma agraria. Y los colombianos....
Después de Guayaquil, con los Colombianos esperando la retirada, acantonados, temerosos con el general Angel que había llegado a Lima casi sin derramamiento de sangre, operaron.
Entonces me dí cuenta de la traición del mulato, se lo quise advertir, tarde...
Ahora desde aquí , en una mugrienta celda, yo Toribio Dávalos aguardo pacientemente mi ejecución. Me queda un poco para recordar mi primera deserción, mi huída a Salta, el amor de Javiera, y a mi hijo Benjamín.

Chau Maria Helena Walsh

No diré nada de París
sólo espero
lo que me cuente
Manuelita
cuando aprenda
a hablar
a

domingo, 9 de enero de 2011

sin mí

Un vaso
me besa
tan lleno
y callado
me besa
y es vino
y sorpresa
promesa
y hay luna
que tiembla
y llanto
silencio
vino
que muestra
el alma
la puerta
donde
estoy
y me soy
calmo
sin mí
siquiera

Composiciones

Composiciones
escribe sobre la vaca
no digas
que falta plata
composiciones
pon alguna buena historia
niño tu sabes
nada de la libreta
del almacén impaga
o el dolor de tripas
o de muelas
cuenta otra cosa
tu sabes
sobre tus padres
o tu cumpleaños
y los regalos
o de tu abuelo poeta
o de la muerte del cisne
no sé
improvisa
niño
escribe
y guarda
con los errores
de ortografía

El primer tren


Nada mejor que escuchar la partida del tren. Hay escenas inolvidales en el cine, ese vaporcito envolviendo los personajes, aquella imágen de Il Vitteloni de Fellini con ese niño saludando en el andén. Esa forma de partir, lenta donde uno puede arrepentirse con tiempo. Pero escuchar desde tu casa a tres cuadras el ruido de la máquina, el arranque perezoso e inevitable del Cinta de Plata que partía dos veces por semana a Buenos Aires era un espectáculo incomparable.
El Cinta de Plata al que abordé con mis seis años y que me llevó para siempre por primera vez.

Egle


Egle tiene en la voz algo que se parece al recuerdo. Cuando canta, hay algún sonido del alma y si el alma cantara, sería una mujer como Egle o Myriam Makeeba. No hay muchas así, alma que canta y recuerda ese lugar como el chorro de agua, que se aparece en mis sueños. Agua de manatial, voz de las Brujas que nos evocan el ámbito materno, voz entremezclada, voz de río en las noches de la infancia. En Campo Quijano mi abuela tenía una casa, el fondo daba a un pedregal que era la extensa vera de un río. Un desierto de piedras esperando la creciente que las ayude a continuar su viaje. Cuando la siesta, el murmullo del agua sonaba tan lejos entremezclado con el de las chicharras o el de los pájaros en celo. Pero por las noches, cuando el silencio llenaba el aire y los objetos del cuarto perdían las formas, el canto se acercaba. El agua emergía en la noche acercándose a mi ventana.
Así me pasó anoche al escuchar esa voz de río y de sueño.
Y por un rato fuí un niño perdido, entregado a mi nostalgia.

sábado, 8 de enero de 2011

A Darío

No hay caso
mañana es el mismo día
aunque el sol se aleje
o se acerque
y te caliente la cara
no hay caso
ya sabes que es lo mismo
Discépolo extraviado
que lees el diario de mañana
no hay caso
cuando el zorzal
que no conoce el calendario
te taladra en la mañana
no hay caso
si no importa nada
y el cumplir
forme parte del trato
no hay caso
aunque te niegues
a emprender la jornada

El Terry

Una historia sólo tiene el valor de ayudarnos a comprender. Tal vez, al ser cierta, nos mueva algo que parecía olvidado, algo que innominado, se mostraba en una tarde de lluvia o en una noche de insomnio. Algo que parecía muerto dentro nuestro y de golpe ,aparecía con toda crudeza, una imagen borrosa, un sueño que olvidamos al abrir los ojos, aunque intentamos en vano reproducir, de golpe como un cross en la mándibula, nos mostraba la realidad. No importaba el tiempo, ya que la ausencia se ocupaba de las sombras, aquel desván en donde se acumulan los cachivaches dolorosos de la infancia. Y allí estaba el Terry, el perro de nuestro padre. Un invencible perro amarillo, el pascual pérez de los perros. El perro con la bondad del que sabe donde agredir y morder con ahorro de sangre vana.
Como olvidar las lamidas en la cara, el salto acrobático para morder un pedazo de lo que sea en el aire, la destreza y sus bellos ojos dorados.
Papá se fué. Ya no recuerdo.
Nadie supo del Terry que se fué detrás de él, más fiel que nosotros. Emisario en busca de su amo, nunca volvió.
Aún, en sueños lo espero.
A veces pienso que encontró un hueso en el olvido.

sábado, 1 de enero de 2011

Víspera de Navidad

Qué días estos de diciembre con el calor apropiándose de la ciudad. Qué días tumultuosos y de muertes aquella larga noche de viernes. De ocupaciones y de preocupaciones. Ahora, hay un poco de calma. Han logrado desalojar el amplio espacio del parque Indoamericano y la gente ha vuelto a su antiguo agujero. La fiesta sangrienta ha concluido.
-Solo queremos pasar la noche- dice el hombre flaco en cuclillas al periodista.
-Es tan lindo el lugar- agrega con suavidad,
La pequeña carpa se mueve un poquito por el viento de la tarde. Ese viento que no sabe donde ir y que a veces se olvida de soplar como si le diera bronca lo que pasa. Han dicho, alguien ha confesado que en la noche de vísperas de navidad, la gente de la villa treinta y uno, ocuparía el Rosedal de Palermo. Los móviles han tomado ubicación bajo los árboles del hermoso parque orgullo de la ciudad, la policía metropolitana hace ronda, obedeciendo a la orden de no permitir que nadie se asiente y extienda el dominio de la villa.
-Solo nos quedaremos a pasar la navidad es por los niños, sabe?.
-No pasa nada- dice el periodista a la cámara- falsa alarma.
Y ahora viene el corte. Son las nueve de la noche de un 24 de diciembre en vísperas de Navidad. El hombre de pelo largo es integrante de la comunidad wichi que ha venido a pedir audiencia con la presidenta. El hombre de pelo largo, con los dos hijos pequeños y la mujer va a pasar la noche en uno de los lugares más bellos de la ciudad. Allá en Formosa, sin permiso de nadie, solo porque sí han matado a dos de sus hermanos para apropiarse de su tierra, de su tierra, de sus árboles y su río.
Aquí, en la ciudad ha ocurrido una tragedia.
Al amanecer, bien temprano, como ha prometido. El hombre de pelo largo, con el torso desnudo, ha hecho sus bultos y se ha marchado hacia ninguna parte.
Ahora, por el Rosedal entre los lagos y la glorieta, los porteños madrugadores inician su trote matinal. Luchan contra su gordura y el tiempo que corre a la par.