martes, 28 de septiembre de 2010

Soriano


retratas un hombre
y te sale petiso
cabezón y guapo
algo de Marlowe
de Sam Spade
San Soriano
triste solitario
viajante de la esperanza
con el cigarro apagado

lunes, 27 de septiembre de 2010

al guaco doxandobarat

guaco
era tu nombre
Bernardo el de los ojos
celestes
como un cielo
de verano
guaco
el de pelo rubio
el que vió fantasmas
en mi casa
el de cantar
permiso dije al dentrar
el que quedaba bien
en cada foto
guaco
el amigo
que allá en el sur
murió de lejanía
bajo las ruedas
de un tren
ahora de tan lejos
guaco
el amarillo
el que sobraba
en una vida larga
se me fué
en silencio
para munca màs volver

viernes, 24 de septiembre de 2010

y ya no estan

Y ya no están
y ya no están
hace un ratito
he mirado al cielo
he pensado
en un verso
y ya no están
palabras
sentires
que se lleva
el viento
ni aquellos
ojos abiertos
y ya no están
gotas
que se evaporan
en el suelo

adios

Adios
si vuelves
dime hola!!!
aquí vengo
a contarte lo que hice
donde estuve
hablé de vos
que estabas bien
que el tiempo
te dió sabiduría
adiós
te digo ahora
como quien
deja de lado
una frase inconclusa
adiós
con miedo
que ya no haya
un !!!Hola!!
Hola
y aquí me quedo
para siempre
en vos

sábado, 18 de septiembre de 2010

me gustó la cena

Me gustó la cena
la mesa tendida
el pan francés
el "!!a comer"
los olores
a cebolla frita
las papas
el vino
me gustó
como te queda
el delantal
y esa forma
silenciosa
de tomar el café

Todo al vesre

Nacer
de atrás para adelante
enjovenecer
olvidar
los anteojos
volver
leer de derecha
a izquierda
el último día
desarrepentirse
ahora
que todo es posible
el último
y primer
instante de la vida
donde el ayer
es mañana
todo al vesre

miércoles, 15 de septiembre de 2010

esquela

recibí una esquela
se trata de un cartón
enmarcado en negro
con la palabra nadie
escrita en el centro

saludtaciones

presentaciones
nombres
promesas
intenciones
historias
apariencia
trajes
máscaras
colmillos
sangre
vino
triglicéridos
prohibiciones
matáforas
trenes
baldíos
amputaciones
semáforos
frenadas
estallidos
vidrios
dientes
balcones
ensueños
abstenciones
castigos
bendiciones
desprecio
penetraciones
bicicletas
sillones
esperanza
intenciones
besos
adioses
recuerdos
olores
frituras
sabores
vida
salud
taciones

Avellaneda


por ahí
la mujer no estaba loca
aunque la cabeza
de Marco Avellaneda
se pudría a los pies de su cama
era una mujer devota
no se puede
armar un cuerpo
aunque la promesa
del juicio final
sea la felicidad
de los muertos

Antesala del suicidio


momentos
en que uno no se cabe
en un cuerpo
alma que se escapa
en palpitaciones
un bomba
que del todo
nunca estalla
la cabeza
ordena la mesura
el pará ché
no es para tanto!!!
el semáforo
la campanilla
pasa un tren
tan cerquita
que tu alma se arroja
bajo las ruedas
algo que te sobra
se despedaza
silencioso
don Ramón
Gómez de la Serna
nos dice
que las primeras gotas
de la lluvia
suenan diferente
a las últimas
mientras tu alma
impaciente
aguarda
en los andenes
pará ché!!!
pará
dejá que el tren pase
hasta que te vuelva
el alma
y los huevos
bajen
hasta tus piernas
los guillotinados
extrañan
esos cuerpos
donde
los demora
una cabeza invisible

El tipo raro II

Estuve todo el día pensando en el tipo raro. No me bancaba haberme retirado sin bajarle los dientes. Sí, la frase es apropiada, estábamos en un primer piso y lo hubiera bajado hasta la calle con una sola trompada. Fué creciendo en mí una especie de rencor, de verguenza por mi propia cobardía. No podía verme al espejo.
Y si me huiera abalanzado sobre él en medio de la reunión?.
Un tipo raro. Me contó luego mi cuñada que había sido novio de su hermana y que se hizo homosexual.
Sí, en realidad, aunque parecía blandito era un verdadero y duro homosexual.

El tipo raro

El tipo raro llegó tarde al cumpleaños de mi cuñada. Le entregó un ramo de flores y anduvo entre la gente. El tipo raro era flaco, más que cuarentón, tenía un saco de lino y unos jeans algo gastados. Su rostro era raro, de color macilento y tenía una barba de pocos días y una mirada triste. Se sentó frente mío y empezó a conversar con el cuñado de mi cuñado, periodista de la televisión. El cuñado de mi cuñada es un tipo callado y tiene una mirada que invita al monólogo.
El tipo raro empezó su monólogo.
-Kirchner es imbatible dijo y empezó con su exposición - cruzó las piernas y mostró una zapatilla blanca y sucia. Dijo que la oposición estaba llena de boludos y que había estado en el teatro Colón escuchando a Baremboin.
Me miró, a los ojos y dijo que estaba el vicepresidente, el traidor hablando por teléfono y que no le permitía escuchar el concierto.
Luego dijo que lo suyo eran los pules de siembra y que estaba haciendo un estudio para Formosa.
-Si querés pelea- me dijo el tipo raro- bajamos.
El cuñado de mi cuñado me hizo un gesto con la mano, para que no me enganche. Conocía al tipo raro.
Me levanté y sin saludar me fuí para mi casa.
Al otro día, ví una foto de un sindicalista, en un diario. Al lado del sindicalista posaba el tipó raro con el mismo saco mirándome fijo.

Después veré

Hace frío para ser Septiembre. Son las ocho y cuarto de la mañana y camino por la avenida Santa Fe hacia Riobamba. La ciudad vá despertando y lo que era un pequeño grupo de autos se vá de a poco tornando en una horda. Al mediodía, me adelanto, profetiso, será un verdadero quilombo. Alguna sirena suena, una historia o un desenlace, un suicidio o un nacimiento. La chica de Callao me entrega un diario gratuito. Mis ojos no pueden ver la letra chica, sólo los titulares, buenas noticias, la realidad perfectamente organizada. La economía , el fútbol para todos, el modelo. Todo en orden, de menor a mayor, en contraste con el diario Clarín. Por un título descendente, catastrófico, se anota la inseguridad.
Mis ojos no alcanzan a ver el hombre sentado, cubierto con bolsas de plástico gris que combate contra el frío, como si aún se debatiera con los fantasmas de la noche, tirita, mis ojos nó, es mi ser el que se conmueve, compruebo al pasar, hace mucho que percibo sombras y algun que otro destello, hace mucho y por eso dentro de cuarenta y cinco minutos he de exponerme a una operación, sencilla con el dr Charles. El dr no es inglés, me contó la chica cuando me hizo las recomendaciones. Debe ponerse estas gotas cada seis horas cuarenta y ocho horas antes, me dijo nó no es inglés, el dr charles. Mejor, pensé, mejor así aunque para mis ojos parece inglés. Mis ojos se han vuelto de pronto muy importantes, en estos días previos y más ahora que quedan minutos."Rives tenía un ojo de vidrio y una cicatriz que le partía la cara por la mitad o acaso era otro personaje, un anticuario al que había atropellado un auto en "El amigo Americano", Ripley qué escritora la gisimithi como le decía el poeta Rojas, por Haigsmith o algo así".
Camino por Callao hacia el sur, son las ocho y cincuenta, me parece ver en la esfera de mi reloj, pienso, temo a la ceguera. Y si quedara ciego, me pregunto. Otro cuento de Benedetti, los pocillos de café, y si me hago el ciego, cuando era chico me hacía el enfermo para no ir a la escuela.
Y los días se hacían eternos. Eran días de sol y uno se sentía al pedo.
El consultorio está en Córdoba y Riobamba. Al frente, del lado par, adivino los números. No puedo verlos con claridad con estos ojos viejos. Cruzo la calle por la senda peatonal. Con cuidado, siempre hay alguien que ante la luz amarilla dobla acelerando y eso es peligroso.
Allí está, con su vidrio oscuro, toco el timbre, suena una chicharra, se abre la puerta, entro. Es una habitación larga y oscura, me acerco a la chica del mostrador, me dá un formulario. LLenelo, no viene acompañado, me dice. Me pongo los anteojos. Debo autorizar por si algo sale mal, mi firma, mis datos. Sientese y espere me dice. Me acomodo en una silla al lado de la puerta de entrada. Observo la calle, pasa una mujer hermosa y mira hacia la puerta. Me pregunto si dentro de un rato la veré del mismo modo, la piedad. La biblia habla en el génesis , las ventanas, los ojos se irán apagando, tiempo de morir.
Ahora veo un hombre con bastón blanco cruzar la calle.
Me llaman por mi nombre y allí voy.
Después veré.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Los poseídos


El ingeniero Kirilov decide acabar con su vida. Un grupo de revolucionarios, mi recuerdo es somero, se enteran. El ingeniero Kirilov no tiene problemas en firmar una declaración, la que quieran, sólo desea terminar, concluir por su voluntad, definir. Que Dios que es el dueño de la muerte, pierda. Si él se mata, se hace Dios.
Los estudiantes esperan que él, el ingeniero, se suicide. Antes debe firmar una declaración, en eso convinieron, que sea un argumento que sirva a la causa.
Aguardan en silencio, alrededor del ingeniero, el suicidio.
El ingeniero tiene el revólver en la mano y se lleva el cañón a la sien. Alguno de los personajes, ya no recuerdo, intenta impedírselo....
Luego, no me acuerdo como sigue, dispara.
Han esperado tras largas páginas el desenlace.
Al fin está muerto, punto y aparte.
"Los Poseídos"

jueves, 2 de septiembre de 2010

perfume de encierro

En una cárcel
hay hombres que esperan
los días venideros
el hoy pasa lento
los pájaros
son más libres
y también el viento
en una cárcel
con su perfume
de encierro