domingo, 21 de agosto de 2011

vivir para contarla

vivir
para contarla
què
tu vida?
una anècdota?
vivir
no es necesario
que digas
nada.

mi primer dìa

que he de decir
que es de dìa
que abrì los ojos
y busquè las palabras
que no encontrè la frase
para el dolor
y la esperanza
que mis zapatillas
se escondieron bajo la cama
que he decir
ahora que la historia recomienza
y que allà abajo sobre la calle
suenan las bocinas
que he decir
quien soy yo
un hombre que se despereza
un àngel que se olvida
y que se sueña
un hombre que envejece
y que hay esperanza
que he de decir
si apenas tengo ganas
de ir al baño
a largar mi primera nada
entonces digo
quien soy yo
sino solo un hombre
que anda buscando
como empezar
su primer dìa

sábado, 6 de agosto de 2011

el optimismo

descubrì
la esperanza
el milagro
de la vida
los ojos
las uñas
la pèrdida
la sorpresa
descubrì
por un momento
la inutilidad
de las novedades
la memoria
el brillo de tus ojos
descubrì
el olvido
la indecencia
las demoras
comprendì
que para la decepciòn
no hay excusas
y que el optimismo
es solo un recurso
innecesario

a tu pena

cuando tu pena
envuelve el aire
y llueve nostalgia
algo en mì
trata de acariciarte
y entonces
me busco
entre mis dudas
y solo encuentro
unas pobres palabras
es que las explicaciones
son pobres
y no alcanzan
cuando tu pena
es una nube
de tiempo
es tan difìcil
consolarte

a Ramiro Dàvalos

dime poeta


que buscas en el ocaso?


esa frase dicha


al atardecer


era perfecta


como el color


del vino


y el olor del fuego


pertinente


como una declaraciòn


de amor


inùtil


como la pèrdida


asombrosa


como un pase de magia


o un amague


un cuento de Poe


què buscas


en el ocaso?


poeta


la desventura


la explicaciòn


de la finitud del tiempo


la esperanza


del condenado a muerte


hay tan poca merced


poeta


y sin embargo


algo se mueve


algo se muere


que buscas en el ocaso?


ese momento


del pàjaro


que se hunde


en la tarde


del cielo


porque cielo y tarde


son indivisibles


como el alma y el cuerpo




cuando escribo

cuando escribo
soy yo
churchill
el que no se sabe
el que lee
el que tiembla
y que mea
con olor a remedio
cuando escribo
las palabras me llevan
vienen de los sueños
son remotas
como los adioses
olvidados
como las rosas
que ya no estàn
en el patio
cuando escribo
soy un cronista
que sin ton escribe
lo que ha soñado
y lo que ha visto
la primera imàgen
de una avenida
una estaciòn de trenes
el ir y venir de los que esperan
el olor de las frituras
cuando escribo
no soy nada màs
que un niño
que ha perdido
la llave
que abre la puerta
de su casa
o soy mi hermano
poesìa inconclusa
por una muerte temprana
cuando escribo
posiblemente
estoy conmivido
por una frase
que escuchè en un colectivo
o un disparo a quemarropa
un deguello imprevisto
cuando escribo
no sè quien me dicta
acaso el otro
que soy yo
o nadie
piensas y mueres
dice un hombre
los has oìdo
entonces
sabes presumes
que cuando escribes
DIOS te concede
la diminuta eternidad
que posee el hombre
cuando escribo
etcètera
me hundo por un rato
en las aguas del silencio
ahora callo
callo
caigo
como una hoja
una gota
una palabra
final
bajo la lluvia

valentìa del alcohol

bebo
es sòlo un trago
y hay màs silencio
y palabras
y promesas incumplidas
bebo
espero un milagro
y solo encuentro
las preguntas
y las respuestas
mañana, me digo
he de decir a quien corresponda
lo que se merece
no importan las consecuencias
los telegramas de despido
ahora que he bebido
y que soy capaz
de combatir
cuerpo a cuerpo
hoy bebo
y que vengan de a uno
los espero
con los puños cerraados
y el corazòn abierto