viernes, 29 de enero de 2010

ante todo, es digno


qué diría
edgar sobre lo mío
tal vez una parábola
un ejemplo inverosímil
o no me contestaría
y en silencio
viera y comprobara
una pulsión necesaria
como la prisa
de cerrar las ventanas
o la inquietud
o el deseo
de escribir
algunas palabras.

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