domingo, 23 de mayo de 2010

ante la pobreza

al pasar
como si nada
ví al joven
acostado
en un umbral
temí
que me pidiera
y nada me dijo
aunque llovía
y era domingo
solo ví
que una pequeña
niña protegía
en un abrazo
y sentí
el frío y la ausencia
y la cobarde ignorancia
de mirar hacia otro lado
acaso cuando duerma
he de soñar
y de envidiar
ese cálido
e infinito abrazo
ah,
qué miserable
y repulsivo
suelo ser
ante la pobreza

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