jueves, 18 de marzo de 2010

Copiones


Dicen que cierto poeta se basó en un poema de Drumond de Andrade para escribir una réplica. No es mala intención, es ponderable. El libro de Job, es anterior o posterior al cantar de Gilgamesh, no lo sé. Hoy deberíamos saber como se escribe un soneto, como los antiguos, o como Picasso que conocía la regla de oro y la desbordó en su obra, hay cuadros que rabalsan por las paredes. Si alguien intentara copiarlo, también sería ponderable.
En la copia, siempre hay algo que falla. La forma original, siempre se mueve, es como esta tierra que a veces abre la boca como para tragarnos. Hoy los mapas, ya no sirven.
Pobres copiones, artistas sin brújula.

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