viernes, 30 de abril de 2010

Behetoveen


Hubo que construir un piano


màs ancho que te contenga


y abrir los ojos y disipar


el temor de la explosiòn de tu caràcter


hubo que oìr al trueno y a la noche


y escuchar el canto de los àrboles


hubo que hacer lugar a tus melodìas


no era simple la vibraciòn absoluta


ni el llanto irreferenable y tanta paz


habìa que estar preparado para recibirte


como un rìo caudaloso una inundaciòn


antes tuviste tus profetas como Cristo


el patriarca Bach el fraile rojo Vivaldi


el suave e impetuoso Mozart


Haydyn resignado maestro


Behetoven sin ellos y Brahams


tu mùsica serìa una calamidad irreparable


luego toda la mùsica encontrò


su propio y sagrado sentido


en Wagner y sobre todo


en Maller en el negado y ùltimo Titàn

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