miércoles, 30 de enero de 2013

murcielagos

sin ojos
entre la persiana
que no podemos cerrar
nos observan
objetos fosforescentes
nuestros cuerpos sobre la cama
como linternas
que se mecen a la deriva
acaso nuestra sangre
huela a jazmines
no se atreven
a entrar
esperan un final favorable
un desenlace antes que el sol
crezca sobre el río
que nuestras pupilas
se enciendan
recien salidas del cine
has visto el día
antes de tiempo
pero los hueles
como un animal
acaso solo quepan
en un puño
con las alas replegadas
solo existan sus huellas
en la ventana

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