viernes, 15 de abril de 2011

El Halcòn maltès


El material de que estàn hechos los sueños, dice Bogart Sam Spade en El Halcòn Maltès , con la estatuilla en la mano del objeto que todos imaginaron como una joya y que solo es un simulacro, todo termina. Desciende entre sombras por una escalera que lo depositarà en la calle. Ha deschechado la posibilidad de encubrir a la mujer a la que posiblemente ama. Para èl hombre de còdigos, insobornables no hay màs alternativas que la huìda dolorosa del amor. Es 1941 en Los Angeles y concluye una de las mejores pelìculas que se han, y se habràn hecho. Bogart desvela con cìnica certeza la miseria humana. Pienso en Dashiell Hamett y en su novela. Como en Cosecha Roja se nos muestra la cruda realidad de un mundo corrupto, de un mundo de seres desesperados que buscan la felicidad que puede dar el dinero. Hamett, el escritor que se resume en la belleza angosta del gènero policial. Hamett que con Huston ianuguran y sintetizan lo que serà el gènero policial. Hay en esta pelìcula una bùsqueda de la verdad y la imposible tarea de un hombre de mostrarla. La Verdad que se oculta y se expresa solo en la iluminaciòn de los sueños. Brindo por la pregunta que perseguirà sin responder a toda la obra de uno de los mejores directores de Hollywood. Nadie, o pocos llegaron tan cerca como John Huston y tan lejos a la inabordable verdad.

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